SEM TÍTULO

foto Paulo Amorin

Lo hacia especialmente para pensar en los espacios entre la ropa que llevaba y la piel de su cuerpo, adivinaba los volúmenes irregulares que se formaban en esos lugares, pequeñas cavernas con temperaturas estables y vapores. Rojos espacios recorriendo el tejido hacia fuera, tejido algodón, hacia un lado, tejido capilar, después cuestas y declives, suspiros en salto, carreras de esas en las que se corre hasta el árbol encima de la colina, niños. Y abajo sangre carne piedra y madera.

   Abrir las manos desnudas al frío lejos de la hoguera, perseguir y perseguirse, cualquier cosa en  cualquier momento. Entretenerse con preguntas que preguntan sobre la pregunta y rozando con los dedos la superficie rasgada por la escritura no leer lo que habla solo seguir el camino de la tinta o registrarlo levemente como una textura, reír o llorar después caminar por la línea blanca de una carretera que se recorta con el horizonte, un día de nubes cargadas. Un día de humo, de quemar malas hiervas, ese olor en el aire como de atardecer entre quesos y vino pieles arrugadas y historias contadas con tabaco. Era un día de aquellos para pensar en los espacios entre la ropa y el cuerpo hasta la memoria y de ahí con los ojos o desde los ojos hasta el otro, lo otro allí, estar con el otro desde los ojos, estar con la madera, la alfombra, la luz y el gato.


IBON SALVADOR